Aprender a relajarse es un proceso de múltiples pasos
El estrés forma parte de nuestra vida y aunque los síntomas de la fibrilación auricular pueden variar de una persona a otra, las palpitaciones cardíacas, las descargas de adrenalina y la tensión muscular puede estar asociada a los episodios de fibrilación auricular (FA). La buena noticia es que todas las personas podemos practicar hábitos saludables para mejorar los episodios de estrés.
La relajación es la parte principal de cualquier técnica para reducir el estrés. Por una parte, tenemos que aprender por qué la reducción del estrés debe ser una prioridad.
Cuanto más estrés, más complicaciones
En un estudio de 100 pacientes con FA intermitente, el efecto del estrés fue evidente: el 54 % de los participantes declararon que el estrés no solo era una preocupación para ellos, sino también la causa de la mayor parte de los episodios de FA que sufrían.
En el mejor de los casos, el estrés es simplemente una molestia, pero conforme va aumentando, puede causar problemas más importantes. En algunas personas, el estrés les provoca depresión y ansiedad generalizada y, si no lo controlan, puede llegar a contrarrestar todos los esfuerzos realizados para controlar la FA. Después de todo, convivir con los síntomas de la FA y con la posibilidad de que vuelvan a aparecer aumenta la ansiedad y esta, a su vez, contribuye a acrecentar los síntomas.
Técnicas de relajación
Sin duda, es necesario controlar el estrés para poder disfrutar de una buena calidad de vida. Una de las maneras más sencillas de evitar que la tensión se acumule en el cuerpo y la mente es mediante hábitos diarios saludables.
Una dieta saludable
Afortunadamente, existe una gran variedad de alimentos cardiosaludables que también sirven para combatir el estrés. Incorporar algunos de ellos en nuestra dieta, como las verduras, la avena, las frutas del bosque, los frutos secos, etc. Puede tener grandes beneficios.
Aunque no se ha establecido una reducción inmediata de los niveles de estrés y la ingesta de estos alimentos, sí se sabe que hay algunos que lo aumentan. La cafeína es la responsable habitual, ya que estimula el sistema nervioso, pero el azúcar y otros hidratos de carbonos simples provocan fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre que también pueden hacernos experimentar cambios de humor y nerviosismo.
El deporte influye muy positivamente
Hacer deporte de forma periódica es una magnífica manera de reducir el estrés, pero debemos anteponer la frecuencia a la intensidad. Caminar a buen paso o pasear en bicicleta pueden ser una buena manera de empezar. Lo importante es encontrar una actividad que nos sirva para mantenernos activos sin causarnos esfuerzos excesivos.
Un sueño reparador es un buen hábito
Nada puede sustituir el poder reparador de un buen sueño. De hecho, es tan importante, que incluso una sola noche sin dormir puede afectar a la memoria, el estado de ánimo y el juicio. Existen algunos consejos para mejorar el sueño relacionados con la preparación de este, como mantener el orden en la habitación, ajustar la intensidad de la luz para tener la máxima comodidad y evitar las actividades estimulantes justo antes de irnos a la cama.
Evitar el consumo de ciertas sustancias
Hay gente que tiende a pensar que no hay problema en intentar aliviar las molestias derivadas de los episodios de FA con remedios fáciles e inmediatos, pero cuando se convive con la FA, debemos tener mucho cuidado con los medicamentos que tomamos para tratarla y siempre consultar con nuestro médico.
Alcohol y FA
Es posible que hayas oído decir que un vaso de vino tinto es bueno para el corazón, pero esto no siempre es así. Incluso una pequeña cantidad de alcohol puede desencadenar los síntomas de la FA en algunas personas, y puede interferir en el sueño y provocar que nos despertemos cansados e irritables.
Los complementos de plantas medicinales no siempre son seguros
Muchos complementos pueden parecer inofensivos, pero debemos tener cuidado con los remedios de hierbas: algunos pueden interferir con los anticoagulantes que suelen recetarse para las alteraciones cardíacas. Si estás tomando anticoagulantes, no tomes ninguna infusión de hierbas ni vitaminas naturales sin haber consultado antes a tu médico.
Ser proactivo, no reactivo
Es importante que participemos de forma activa en nuestro tratamiento: informarse sobre los síntomas de la FA y comentar con nuestro médico de forma periódica nuestra evolución puede ayudarnos a gestionar mejor la FA.
Adquirir un hábito lleva alrededor de un mes. Si empezamos hoy a gestionar nuestro estrés, seguro que nos sorprendemos de lo lejos que hemos llegado en solo unas semanas. Si estas medidas no nos ayudan a aliviar el estrés, no es necesario sufrirlo en soledad. Habla con tu médico para determinar si existe algún otro problema o desencadenante oculto que requiere su atención antes de lograr beneficios tangibles.
Fuentes: